Seres hermanos

El ser humano no es un ser hermano, pasamos la vida viendo pasar cosas, uno de cada tres movimientos son reproches, gente que pasa, el mundo está empapado de personas que piensan, unos contra otros, este me cae mal, este me cae bien... hacemos juicios internos paralelos reprochando y reclamando un puesto en el podium que no nos pertenecerá nunca. Cuando no podemos digerir algo que no nos gusta y que sin embargo también hacemos en ocasiones la única salida es echarlo en cara, escupir al otro para denotar un sentimiento de arrepentimiento en su rostro, nos preocupamos demasiado y es preocupante. Yo me pregunto ¿Que pasaría si la vida nos diese una segunda oportunidad? ¿Cambiaría algo?

Si después de muertos, una fuerza divina nos levantara de la tumba y nos dijese "Otra vez!".

Seguramente iremos en busca de todos aquellos que no vinieron a nuestro funeral. La respuesta es No. El ser humano no es un ser hermano.

Flan meado de Moe

Tengo un problema muy grave, se titula Dorian.
Con motivo de mi cumpleaños me he tomado la violenta molestia de escribir a ordenador una poesía que escribí hace tiempo una noche de estrellas y luna roja empapado de nostalgia en un folio ajado que escondo en mi cuaderno de letras consumidas por el polvo.


Despertar,
y darse cuenta que la vida va para atrás.

Duele que me claves la mirada,
que hagas como si nada,
podríamos serlo todo si tu dices que si.

Hazlo ya,
no puedo mirar y ver a otro en mi lugar.

Una noche de estrellas,
del planeta aMarte,
jugaban con ella,
iban de mi parte.

Le hablaban de mi,
ella no quería escuchar,
hacía como si na' y,
se volvía a dormir.

Lunes de luna,
y de nubes de algodón,
ella baila sola en su habitación,
con su pobre corazón.

Escribe una carta de amor,
sin letra y sin amor.
El agua de aquel perdón,
no calma su dolor.

Amanece...

No me lo tengáis en cuenta, lo escribí hace muchos años, lo escribió aquel niño que yo fui un día y que todavía me debe dinero. Solía sentarme en mi tejado a contar los lunares de la luna con una libreta azul y un bolígrafo que había robado en clase, aún recuerdo esas noches frías buscando un tesoro en un mapa marcado  con un "X" y ahora pienso... que bien hice en guiarme por esa "X" y no ir a buscarte, porque todo tesoro que tenga una marca como esa no trae nada bueno, los tesoros no se buscan, aparecen cuando menos te lo esperas, si buscas un tesoro acabarás abrazado en chatarra. Ahora me dirijo a ti tesoro, busca a otro que te entierre.

MUA!

Moral afilada

El Señor Dwarf era un sabelotodo, siempre con esos aires de superioridad, mirando por encima del hombro a todos aquellos seres humanos que se atrevían a pasar ante sus ojos. Asfixiado en incredulidad en ocasiones le daba al chico Tóxico lecciones de moral. Dicen que en cada rincón del mundo siempre puede haber alguien mejor que tu, siempre. Dwarf no se lo creía, y extravagante iba haciendo alarde de su amargo pasado y todo lo que había sufrido para llegar a donde estaba en ese momento, lloró y sudó sangre para llegar a la canícula de su vida.

- No es fácil llegar a donde yo estoy, tuve que luchar contra viento y marea, desafié a mis fantasmas y me coroné en la cumbre de mi gloria merecida. Tu no sabes lo que es el dolor chico! - dijo Dwarf.

-Al Doctor Jeckyll vas a venir tu a hablarle del Ying y el Yang - Pensó Tóxico.

La vida se repite

Después de veinte años sin recibir visitas llamaron a la puerta.
Cuando miró por la mirilla no vio a nadie, abrió la puerta y allí estaba él.
Era su amigo imaginario de la infancia, había cambiado demasiado, estaba irreconocible, se había convertido en un completo inútil.
 Había pasado demasiado tiempo solo y no le dejó entrar, cerró la puerta, volvió a mirar por la mirilla y su amigo imaginario de la infancia ya no estaba.
Reflexivo volvió a su sillón antediluviano, se encendió un pitillo y poniéndole caras a los muebles de aquella casa arcaica no se volvió a sentir solo nunca más.