miércoles, 18 de diciembre de 2013

La mirada del miedo

Nos cruzamos con centenares de personas al día y somos incapaces de pararnos a conocer a nadie. ¿Qué ha pasado en este tiempo? ¿Esas son las consecuencias de hacerse mayor? ¿Una máscara más resistente? Cuando somos pequeños y nuestras madres nos quitaban la correa en un parque enseguida nos relacionábamos con todo aquel desconocido vivo que veíamos y pasábamos a formar parte de un ejército de niños extraños que jugaban a la pelota y en los toboganes, ¿Qué ocurre ahora? Somos fachada, andamos serios cuando vamos solos, con miedo a que nos conozcan, aliviando nuestra conciencia con excusas que introducimos en nuestra mente pensando que tenemos sentimientos, claro que tenemos sentimientos, todos los tenemos, muy pocos los usan. Crecer no es sinónimo de madurar, madurar es sinónimo de rancio, aburrido, de insípido y de muerte. Imagina que entre las personas que te cruzas por la calle está la mujer o el hombre de tu vida o imagina que entre ellos se encuentra el amigo más leal del mundo, imagina... que nunca lo sabrás porque ya eres grande.